sábado, 22 de mayo de 2010

El Bicentenario y La Enfemería Nacional

Con memorias de estas luchas y debates, derrotas y alegrías, nos proyectamos hacia otro país con equidad y justicia social, es constituirnos como pueblo en los conductores de nuestro propio destino. Es una cuestión elemental y oportuna que los trabajadores enfermeros sean parte actuante de lo que el Estado persigue como objetivo para la salud del pueblo de la Nación

Feliz Bicentenario, Sandro Ortega, agrupación 21 de noviembre

martes, 4 de mayo de 2010

Liderazgo de Enfermería

Liderazgo de Enfermería

No pasará mucho tiempo para que grandes centros sanitarios estén dirigidos por enfermeras.

04/05/2010 EMILIO LOSA, presidente del Colegio de Enfermería de Asturias

En las últimas cuatro décadas, la profesión enfermera ha experimentado un salto cualitativo y cuantitativo tanto en el panorama sanitario como en el social, no sólo en nuestro país sino en todo el mundo, especialmente en la Unión Europea. Son muy pocas las profesiones que pueden vanagloriarse de contar con un marco competencial tan amplio y todavía con grandes expectativas de desarrollo, gracias a la reforma universitaria consensuada en Bolonia.

Con los nuevos planes de estudio, pronto saldrán de las universidades españolas, las primeras promociones de graduados en Enfermería. El grado permitirá acceder a un curriculum universitario más ambicioso tanto en el plano académico como en el profesional. El master y el doctorado en Enfermería abrirán las puertas a nuevas competencias y a gestionar un nuevo modelo enfermero tanto en la docencia como en la investigación, así como en la gestión de los recursos sanitarios del Sistema Nacional de Salud. Ya comienzan a verse, perdida la invisibilidad de la profesión en el sistema sanitario, a profesionales de Enfermería en puestos de responsabilidad, al máximo nivel, tanto en Atención Primaria como en los centros hospitalarios. No pasará mucho tiempo en que habrá enfermeras dirigiendo grandes centros sanitarios, como ya viene siendo habitual en otros países de nuestro entorno.

PASAR en menos de 40 años del Ayudante Técnico Sanitario (ATS) al Diplomado en Enfermería y ahora al grado significa en toda regla una auténtica revolución no solo académica sino profesional. La sociedad española se muestra satisfecha con el papel que desempeñan nuestros profesionales, capacitados y formados como uno de los pilares esenciales del sistema sanitario. A partir de ahora, aumentarán su marco competencial abarcando nuevas parcelas, asumiendo un mayor rol en todas las esferas de la sanidad y ganando visibilidad ante la sociedad. Sería contraproducente no beneficiarnos del capital formativo y del talento de una profesión que se encuentra en la cúspide entre todos los países de Europa, como se nos viene diciendo desde la Organización Mundial de la Salud o de países como Gran Bretaña que demandan más enfermeras españolas mejores cualificadas y con mayores experiencias en muchos campos de la salud.

Sin embargo, existen algunos puntos negros en la profesión a causa de la excesiva burocratización del sistema sanitario. Nadie entiende que a pesar de iniciativas aprobadas en el Congreso de los Diputados y en el Senado por todos los grupos parlamentarios todavía siguen sin desarrollarse las especialidades de enfermería. Con ella se cerrará el marco competencial de la profesión. La lentitud de los ministerios de Sanidad y Educación está frenando las expectativas de muchos profesionales a dotarse de una especialidad y al propio sistema sanitario de nutrirse con un marco de especialidades moderno y adecuado a las necesidades tanto de la sanidad como de sus ciudadanos, que son, al fin y al cabo, los que se benefician de una mayor especialización de sus profesionales. Confiemos en que pronto sea una realidad y la profesión enfermera pueda acceder a un abanico de especialidades dentro del Servicio Nacional de la Salud.

QUIZÁ sea la prescripción enfermera la que resume el gran avance de la profesión. En los últimos años se ha librado una gran batalla tanto en los medios de comunicación como en el ministerio y en el Parlamento para superar viejas ideas sobre el papel de la profesión de Enfermería en la Sanidad. Al final, ha imperado la sensatez y se ha impuesto la razón. Enfermería, con la Ley de la Ordenación de las Profesiones Sanitarias, desempeña una función y cuenta con un marco competencial que les permite prescribir ciertos medicamentos a los usuarios, liberando a otros profesionales en el desempeño de ésta actividad.

No se puede poner puertas al campo, la Sanidad requiere una progresiva innovación y no podemos pensar que los profesionales de hoy y del mañana estarán atados por normas anquilosadas en el tiempo. El dinamismo investigador, la gestión de los escasos recursos --y más en tiempo de crisis-- no nos permiten cerrar los ojos ante el avance de profesiones como la enfermería, con un gran caudal formativo y académico, que estará siempre en primera línea de la Sanidad, abriendo nuevas fronteras competenciales. Y siempre pensando en el usuario.